Hay ciertas actitudes de las personas, que muchas veces, por muy positivos y motivados que estemos para hacer algo, su negatividad o su postura y mal comportamiento nos afecta más de lo que quisiéramos. Estos aspectos desagradables de las personas se manifiestan de acuerdo a cómo son y les acompaña en ciertas circunstancias o son características siempre de su personalidad. Para evitar que caigas en estas actitudes o quieras reconocer a las personas tóxicas, te recogemos aquí varias reflexiones de otras personas sobre sus experiencias y que te ayudan a pensar de otro modo al respecto.
No me importa que me hayan robado la idea. Me importa que no tengan ninguna propia.
Ser misántropo tiene su lado bueno: la gente nunca te desilusiona
Lo que ha creado un mundo nuevo, no es ni la tecnología ni las instituciones ni los nuevos valores. Los cambios, o confusiones, que experimentamos los provocan las personas que ya no aceptan que les impongan lo que tienen que saber o hacer, a dónde deben ir o quiénes pueden ser.
Hay cuatro tipos de hombres en el mundo: 1) el que sabe, y sabe que sabe: es sabio, consúltale 2) el que sabe, pero no sabe que sabe: ayúdale a no olvidar lo que sabe. 3) el que no sabe, y sabe que no sabe: instrúyele. 4) por último, el que no sabe, pero aparenta que sabe: es un perfecto necio, olvídale.
Salomón Ibn Gabiro
No es sorprendente que quienes están en el poder encuentren difícil aceptar estructuras que ellos no controlan.
No sé cómo será la Tercera Guerra Mundial, pero la cuarta será con palos y piedras
Ésta es la paradoja de la estrategia. La principal causa del fracaso estratégico, argumenta Raynor, no es una mala estrategia, sino una gran estrategia que resulta estar equivocada. La mala estrategia se caracteriza por la falta de visión, el liderazgo confuso y la ejecución inepta; no es la clave del éxito con seguridad, pero es más probable que conduzca a una mediocridad persistente que a un fracaso colosal.