Ésta semana hemos acudido a la estupenda exposición de Phillipe Halsman que puede visitarse en el CaixaForum Madrid hasta el 26 de marzo. Su titulo es ¡Sorpréndeme! y nos ha encantado por la gran cantidad de obras que reúne y porque nos ha permitido conocer un poco más la figura de este fotógrafo tan fuera de lo común.
Halsman es todo un icono de la fotografía del siglo XX, con un estilo que bordea el surrealismo y que ante todo se manifiesta con un enorme deseo de sorprender al espectador. No en vano, Halsman colaboró estrechamente con Salvador Dalí, con el que creó una serie de obras que se alimentan del mundo interior del genio de Figueres.
Una de las fotos más conocidas de Halsman és aquella en la que él mismo aparece saltando junto a una de las grandes estrellas de Hollywood de todos los tiempos: Marilyn Monroe. Y es que el fotógrafo de origen báltico (nació en Letonia en 1906), ha pasado a la historia gracias a inmortalizar a grandes personalidades del cine y la alta sociedad en pleno brinco. Hasta los mismísimos duques de Windsor sucumbieron a los encantos de Halsman y se sometieron a sus caprichos creativos.
Una juventud accidentada
Sin duda, la biografía de Halsman és tan singular como su fotografía. En el año 1928, con tan solo 22 años, fue acusado ni más ni menos que de parricidio. Su padre, de nombre Morduch, falleció durante el transcurso de una excursión por los alpes, en un accidente totalmente fortuito. Sin embargo, la gente de los alrededores no tardó en acusar a su hijo Phillipe de asesinato, influidos por su origen judío y por el antisemitismo que por aquel entonces dominaba Europa. Finalmente, Halsman fue juzgado y condenado a cuatro años de prisión.
Por suerte, gracias a la influencia de un grupo de destacados intelectuales, entre los que figuraban Sigmund Freud, Albert Einstein y Thomas Mann, Halsman fue puesto en libertad tras dos años de condena. Después, el fotógrafo se mudó a París, donde empezó su carrera en el mundo de la moda, colaborando con una de las revistas del sector más importantes y conocidas del planeta: Vogue.
El gran sueño americano
En el año 40, y ante la llegada inminente del ejército alemán, Halsman se refugió en Estados Unidos. Allí fue donde alcanzó una gran popularidad. De hecho, llegó a realizar más de 100 portadas para la revista Life. En América fue donde Halsman pudo dar rienda suelta a su furia creativa, realizando una de las series fotográficas más memorables de la historia, aquella en la que las más famosas personalidades de la sociedad saltaban ante su flash.
La exposición se ha dividido en 4 secciones. La primera de ellas está dedicada a la etapa parisina de Halsman, en la que podemos ver como sus primeras obras ya avanzaban los temas e intereses que años más tarde lo harían famoso. Las otras tres secciones de la exposición ya corresponden a su etapa en Estados Unidos. Cada una de ellas está enfocada a una de las características fundamentales de su obra: sus retratos de celebridades, su pasión en la puesta en escena –a destacar la archiconocida serie jumpology– y por último el más que inspirador repertorio de “ideas fotográficas” que nació de su colaboración con Salvador Dalí.
En definitiva, “Phillipe Halsman, ¡Sorpréndeme!” es una exposición que consigue resumir la obra de un auténtico genio de la fotografía contemporánea, a través de sus creaciones más representativas. En cierto modo, se trata de un evento muy recomendable para los amantes de lo kitsch y la creatividad concebida como la absoluta carencia de miedo escénico. Simplemente, relájate y ¡salta!.
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