Si no nos jugamos la piel no hay evolución.
Quienes no asumen riesgos no deberían tomar decisiones.
Muchas de las cosas que supuestamente han sido “inventadas” por las universidades en realidad se descubrieron mediante el juego, y más tarde se legitimaron mediante algún tipo de formalización. El conocimiento que obtenemos jugando, a través del ensayo y el error, la experiencia y la acción del tiempo, en otras palabras, mediante el “contacto con la tierra”, es inmesamente superior al obtenido a través del razonamiento.
No podemos separar el conocimiento de su contacto con el suelo. De hecho, no podemos separar “nada” del contacto con el suelo. Y el contacto con el mundo real tiene lugar cuando uno se juega la piel.
Esta idea de que para tomar una decisión necesita centrarse en las consecuencias (que puede conocer) en lugar de la probabilidad (que no puede saber) es la idea central de la incertidumbre.
Si tiene más de una razón para hacer algo (elegir un médico o veterinario, contratar a un jardinero o un empleado, casarse con una persona, ir de viaje), simplemente no lo haga. No significa que una razón sea mejor que dos, solo que al invocar más de una razón estás tratando de convencerte de hacer algo. Las decisiones obvias (robustas al error) no requieren más que una sola razón.
Los héroes son héroes porque tienen un comportamiento heroico, no porque hayan ganado o perdido.
Lo que aprendí por mi cuenta todavía lo recuerdo.
La diferencia entre tecnología y esclavitud es que los esclavos son plenamente conscientes de que no son libres.
Personaje creado por: Sir Arthur Conan Doyle
Se ha demostrado que las personas cometen errores como el de preferir las manzanas las naranjas, las naranjas a las peras y las peras y las manzanas, en función de cómo se le formulen las preguntas relevantes. La secuencia es importante.