Es común que se piense, equivocadamente, que quienes están a favor del libre mercado también están a favor de todo lo que hacen las grandes empresas. Nada podría alejarse más de la verdad.
Estoy a favor de reducir los impuestos bajo cualquier circunstancia, con cualquier excusa, por cualquier razón y siempre que sea posible.
Los gobiernos no aprenden jamás. Las personas sí lo hacen.
La causa de la libre empresa, de la competencia, es la única que puede mantener a los capitalistas alejados de tener un poder excesivo. Hay un viejo dicho que reza: “si quieres cazar a un ladrón, llama a otro para que lo atrape”. La virtud del capitalismo de libre empresa es aquél que coloca a un empresario frente a otro, y ese es el método más efectivo de control.
Colón no buscó una nueva ruta a las Indias en respuesta a una directiva elegida mayoritariamente.
Hay que distinguir claramente entre ser pro-mercado y ser pro-empresa