Chris Anderson, el reconocido editor de la revista Wired y autor de obras como “The Long Tail” nos habla del movimiento “Maker”. Bautizado en su obra como “La Nueva Revolución Industrial”.
¿Pero de que se trata? Aunque no existe unanimidad en cuanto a la definición exacta podríamos decir que se trata de usar el modelo de la web digital a la economía de las cosas reales. La idea es cambiar el concepto de fábrica. Así como sucedió con Internet y la democratización de la innovación en la web ha surgido una serie de nuevas tecnologías que pretenden hacer lo propio con la innovación en el mundo real.
La clave es que una persona con una buena idea, sin necesidad de quien controla los medios de fabricación, pueda crear un prototipo o encargar la fabricación de su invento. Ya sea con un sistema de fabricación de escritorio o con una plataforma online a la que encargar un pequeño lote, estas nuevas tecnologías democratizan la producción liberando a emprendedores e inventores de las grandes corporaciones.
Características de los Makers
Hay una serie de características que comparten los denominados Makers:
- Utilizan herramientas digitales como pueden ser programas de diseño y máquinas de fabricación de escritorio (Impresoras 3D).
- Al digitalizarse las herramientas de diseño también se digitalizaron los propios diseños. Esto permite y favorece de forma “instintiva” que se tienda a compartir los diseños lo que genera un efecto llamada para nuevos “Makers”.
- La fábrica de alquiler. Gracias al diseño y la producción digital algunas fábricas son lo suficientes flexibles para llevar a cabo nuestro proyecto ya sea la fabricación de pequeños lotes o una gran cantidad de productos.
Se trata del espíritu denominado DIY (Do it yourself) aplicado a la industria. Puede parecer complicado pero gracias a estos sistemas se están echando abajo barreras de entrada a la industria de la fabricación. Pensemos por ejemplo en los costes derivados de las plantas de fabricación, maquinaria y herramientas, almacenes… Una brecha insalvable para la mayoría de los emprendedores. Ya existen ejemplos de empresas que fabrican usando estas tecnologías “open source” incluso en sectores como el automovilístico como es el ejemplo de Local Motors.
Como en internet, todo esto favorece el denominado Long Tail de las cosas reales. Favorece pequeños mercados de tipo nicho y gracias a la colaboración nos permite la captación de talento en todo el mundo y a menudo completamente gratis.
Limites al movimiento Maker: La economía del gratis
Partiendo de la premisa de que es un movimiento muy positivo que abre un gran abanico de posibilidades si que toca temas sensibles.
La revolución digital esta repleta de herramientas denominadas open source que hace reinventar los modelos de negocio. En internet hay una cantidad ingente de productos y servicios gratuitos y muchas empresas tienen enormes dificultades para monetizar su trabajo. Esta filosofía es la que se esta implantando en la fabricación. Pero si gracias a las comunidades obtenemos talento gratuito para proyectos industriales estamos restando, en cierta medida, valor al talento que tiene que ser compensado. Es cierto que existen diferentes tipos de compensación y no debe ser necesariamente monetaria pero debemos recordar que nos guste o no vivimos en una sociedad capitalista. Seguro que hay opiniones dispares en lo relativo a este tema pero tal y como yo lo veo los trabajadores tienen sus derechos y el trabajo duro y el talento hay que pagarlo para incentivarlo.
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