Reducir a cero la tasa de mortalidad en carretera, es el ambicioso objetivo marcado por la compañía Google en uno de sus más populares proyectos, el coche sin conductor o coche autónomo. El proyecto lleva años llevándose a cabo, pero ha sido hace pocos días, cuando por fin el “Koala” (nombre con el que se conoce provisionalmente al vehículo) ha pisado la carretera compartiendo asfalto con sus homólogos con volante y pedales.
En un futuro quizás no muy lejano, los vehículos tal y como los conocemos hoy en día puede ser que pasen a ser piezas de museo, o puede que su uso quede reducido a circuitos cerrados para diversión de amantes de la velocidad y melancólicos del volante. En el momento en que se demuestre que la tecnología del coche sin conductor es prácticamente infalible, se empezará a limitar el uso de vehículos convencionales en carretera por su elevado riesgo de accidente (condicionado siempre al error humano) y con el tiempo, estos deberán dejar paso a los modernos aparatos que harán que la palabra automóvil tenga más sentido que nunca.
Volviendo al presente y a la realidad del momento, cabe destacar que gracias a la tecnología de navegación por satélite GPS, que consiste en una red de satélites artificiales en la órbita terrestre (existen otras redes se satélites de geoposicionamiento como la rusa GLONASS), actualmente es posible ubicar exactamente cualquier punto del planeta con una exactitud asombrosa, y a medida que se suman más satélites a esta extensa red (por ejemplo los del sistema de navegación europeo Galileo), la precisión, cobertura y alcance de estos aparatos aumenta. En el punto en el que estamos, técnicamente es más que viable la introducción del automóvil sin conductor, y el impulso de compañías como Google lo están haciendo posible. Ahora bien, todo cambio requiere de un proceso de pruebas y de adaptación, y en esta primera fase en que los coches de Google han recorrido las calles y carreteras de EE.UU, se han registrado algunos accidentes, aunque el ‘error humano’ siempre ha estado presente según el fabricante. Además, la implantación de estos nuevos automóviles requerirá de importantes cambios en la infraestructura y en las vías de circulación, como la aplicación de sensores en las medianas y en líneas viales para que aporten datos al ordenador constantemente y garantizar así la seguridad. Aún así, parece que el viraje hacia un transporte automatizado es un hecho y solo es cuestión de tiempo que se implanten estos nuevos vehículos sin conductor.
A continuación, encontrarán un enlace al sitio web oficial del proyecto del coche autónomo de Google:
Google Self-Driving Car Project
Brad Templeton, considerado como el padre del coche al que él prefiere referirse como Robocar, hacía las siguientes declaraciones: “Entiendo el placer de conducir, y se podrá en ciertas condiciones, pero los humanos conducimos peor que las máquinas”
Enlaces de interés:
Otro proyecto de coche autónomo: el increíble viaje del Roadrunner de Delphi
Andres Ignaccolo Co. El “Koala” en la jungla de asfalto: Reducir a cero la tasa de mortalidad … http://t.co/SG7zWyTsLm @Ignaccoloandco