Tras varios años de gira rodando por festivales, los granadinos Lori Meyers han vuelto a meterse en el estudio a sacar disco, después del éxito de “impronta” en el 2013 ha sido este pasado mes de febrero cuando por fin ha salido a la venta su 7º álbum de estudio.

Un nuevo SOLD OUT se saldaba en la ciudad condal, con el nuevo disco en el mercado, En la Espiral, Lori Meyers había marcado en el calendario 3 fechas de presentación muy importantes, en Barcelona, Madrid y Bilbao, agotando localidades en todas y cada una de las actuaciones.

Hacia ya varios años que el grupo del sur no pasaba por Barcelona, y sus seguidores más fieles no tardaron en hacerse con unas de las localidades para poder disfrutar de su directo, haciendo que se agotasen todas las entradas varias semanas antes de la actuación.

Directo en la espiral

Los chicos de granada empezaron la actuación con el mismo tema que abre su disco, “vértigo I” una introducción muy apropiada y ya preparada para estas actuaciones en directo, tal y como hicieron en su día con “intromisión” del Cronolanea.

La actuación fue una presentación completa del nuevo álbum, llevaban mucho tiempo sin tocar temas nuevos, y ese sentimiento quedó patente a lo largo de la noche, una canción tras otras de este disco, que no acababa de despertar el espíritu fiestero que esperaban todos aquellos asistentes al concierto. Un disco cargado de ritmos muy suaves y sencillos, donde el público no acababa de engancharse, y que solo se despertaba cada vez que tocaban canciones más antiguas como Mi Realidad, Luces de Neón o Emborracharme.

Canciones muy melódicas que no son lo que se espera la gente en directo, todo y ser la presentación de su nuevo sencillo, daba la pinta que el set list no estaba tan elaborado como en otras ocasiones, y el abuso de estas canciones tan lentas pilló por sorpresa a toda esa gente que quería una noche de baile y descontrol.

Siempre brilla el sol

Pero no todo iba a ser malo en el directo, a pesar de los altibajos de las canciones escogidas para el directo, los Lori Meyers no han llegado donde están por nada, y mucho ha llovido ya desde que empezaron en esto de la música. Fue en sus grandes temas donde volvieron a brillar como siempre han hecho, haciendo que momentos como Alta Fidelidad, Planilandia o las ya mencionadas Mi realidad y Luces de neón, vibrase la sala con cientos de personas saltando a su ritmo.

Con 7 álbumes a su espalda repartir el poco tiempo de concierto entre tantos éxitos es una tarea de la más complicada, y en esta ocasión solo pudieron tocar dos canciones de sus dos primeros álbumes, Ham’a’cuckoo del Viaje de Estudios, y La Pequeña Muerte del Hostal Pimodan, dos temas con los que sorprendieron a los asistentes por el tiempo que hacía que estos no sonaban en directo.

Su gira no ha hecho más que empezar, y este verano los vamos a poder ver en gran parte de conciertos y festivales que se dan por todo el país, así que seguramente los veréis coincidir con Sidonie en muchos lugares.