La metáfora de la ola parece que ha calado bien en nuestro imaginario colectivo actual. Siguiendo con las frases y proverbios que comparto habitualmente, recupero aquel que dice “los árboles no dejan ver el bosque”, mientras me viene a la cabeza esta ilustración, encontrada por la red, en la que la pequeña gran ola, impide ver la siguiente, que es aún más grande, y la de más allá: que se anuncia apocalíptica y aparentemente invencible.

Y es que los conflictos políticos, la recesión económica y la COVID-19 no han dejado de copar las cabeceras de la prensa, nublando el problema global que amenaza el mundo tal y como la conocemos: el cambio climático.

Este relato catastrofista que normalmente acompaña las noticias, nos lleva a una actitud pesimista que no invita a la acción. Por este motivo, desde YA, vamos a dejar a un lado el pesimismo, quitarnos las telarañas de la responsabilidad individual y organizacional ante esta situación, cargarnos de optimismo y valentía y PASAR A LA ACCIÓN. – ¿Pero qué acción? -me diréis- ¡sentados desde casa, no podemos HACER NADA!.

¿Cómo contribuir a frenar el cambio climático?

A pesar de llevar escuchando muchos años sobre las 3R (Recicla, Reduce, Reutiliza), medidas muy tímidas por lo tarde que vamos, aún no han calado en el día a día de la mayoría de personas y organizaciones. Con la COVID-19 ha rebrotado el consumo desorbitado de embalaje y packaging de un solo uso, guantes, mascarillas, así como el consumo de geles, jabones, y agua, entre otros elementos. Todo por la higiene y la salud, pero no por el planeta. Asimismo, muchas personas han descubierto las facilidades de comprar online y recibirlo a casa al día siguiente, con un coste bajo para su bolsillo pero caro para el planeta.

Para que no nos ahogue la tercera ola, el cambio climático, deberemos hacer mucho más que reducir el consumo de algunos productos. Debemos ACTUAR, REVELARNOS, IDEAR, DIFUNDIR, CONCIENCIAR, DEBATIR, REPARTIR, COMPARTIR, Y SOBRE TODO, HACER UN GRAN ESFUERZO INDIVIDUAL Y COLECTIVO.

Mientras tanto, podemos empezar con acciones realistas y sencillas a nivel personal, y tomando decisiones de alto impacto a nivel profesional en nuestras organizaciones.

7 acciones sencillas y sostenibles que puedes aplicar en tu día a día

• APAGAR la luz, cuando no estamos en la estancia o CERRAR el grifo son algunas de las acciones cotidianas que podemos empezar a hacer de forma consciente.
• Cambiar las bombillas a las de bajo consumo e insertar filtros en los grifos para gastar menos agua.
• Compra online CONSCIENTE Y RESPONSABLE: justificada, sostenible y de proximidad. COMPRAR LO QUE REALMENTE NECESITAMOS, a comercios online éticos, sostenibles y marcas responsables.
• Energía verde, renovable, limpia: hacer el cambio de suministros a compañías que trabajen con energías renovables que trabajen por una sostenibilidad holística (compañía, persona, sociedad, economía, planeta)
• Planificar las comidas. Calendarizar las compras o cocinar todo de una vez ayudará a reducir desplazamientos al supermercado, reducirá el derroche de alimentos, gastaremos menos agua en el lavado de utensilios, y menos energía al cocinar.
• No comprar de forma impulsiva ni sucumbir a ofertas sin reflexionar si realmente necesitamos ese producto. El “black friday” “cyber monday” o las campañas de Navidad cada vez se programan con más datos sobre nuestros gustos y preferencias y es más fácil que acierten en ofrecernos productos perfectos que solucionan nuestras “necesidades”.
• Tener productos pensando a largo plazo, que duren. Tal vez sean más caros, pero a la larga sale más a cuenta. Decir NO a las tendencias o la Moda no sostenible. Por lo que se refiere a productos electrónicos, la obsolescencia programada no juega a nuestro favor, y debemos asegurarnos de comprar marcas que nos ofrezcan ciertas garantías de mantenimiento y durabilidad.

Economía circular, #ODS2030 y pasar a la ACCIÓN para surfear la tercera ola.

En el mundo de los negocios muchos se han dado cuenta de la urgencia de trabajar para salvar el planeta y hacer de este mundo un lugar mejor. En este sentido nace la economía circular, una economía pensada para crear un engranaje sostenible beneficioso para todos, y los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), 17 objetivos para transformar el mundo y llegar al 2030 en condiciones más favorables.

De nada sirve vender un “producto ecológico” si luego se realiza una distribución online y se vende a la otra punta del mundo, además lleva un embalaje con mil capas de materiales desechables y pasa procesos de entrega en los que los trabajadores estaban sujetos a condiciones deplorables. El producto estará hecho con materia prima ecológica, pero no será en absoluto sostenible. Hay que ser conscientes y responsables, y actuar, como organizaciones y como personas, en consecuencia con la realidad y el contexto que nos ha tocado vivir.

5 Acciones sostenibles que puedes aplicar en tu EMPRESA

• Cada proveedor de cada producto o servicio de nuestra empresa cuenta. Hacer una selección consciente de nuestro engranaje de proveedores, colaboradores y trabajadores nos ayudará a encaminar a nuestra empresa hacia una mentalidad sostenible.
• Pensar estrategias de marketing y publicidad responsables, que tengan en cuenta el planeta y el respeto hacia las personas.
• Trabajo digno y sostenible, entendido de forma holística. Proveer condiciones correctas de trabajo a nuestro equipo.
• Teletrabajo y transformación digital sostenible: desde los ordenadores que utilizamos hasta la elección de las compañías de software que contratamos o el buscador con el que consultamos internet, cada una de estas decisiones influye en el medio ambiente y las personas.
• Promover el uso de productos o embalajes reutilizables y eliminar productos desechables como vasos de plásticos, botellas o latas.