SALUD humanizada

Vemos estos días cómo se está repensando qué rumbo debe tomar el sistema sanitario para poder adaptarse a los cambios demográficos y tecnológicos que se perfilan en el siglo XXI, y más ahora, después de la reciente situación vivida por la pandemia.

¿Es necesario hacer frente a esas transformaciones desde una óptica humanista?

Creemos que sí , que en un mundo dominado por el dato, apelar al humanismo se hace necesario. Ahora, en estos momentos en que la revolución tecnológica coincide con un incremento del envejecimiento de la población y una mayor cronicidad, lo que plantea nuevas necesidades de origen fisiológico y psicosocial, se debería repensar el sistema de salud a todos los niveles de forma integrada y por parte de todos los actores implicados. La relación médico/paciente se transforma.

«Vivimos un momento de transformación vertiginosa. Yo lo llamo tiempo de estupor…un mundo se muere y notamos que otro nace. Tenemos dificultades para colocarnos en este momento en el centro de este movimiento e interpretamos con dificultad las señales. Alguien dijo que los últimos y lastimeros quejidos de un agonizante se parecen a los primeros vagidos de un recién nacido, pero todos somos conscientes que está pasando algo transformador, un cambio gigantesco”.

Iñaki Gabilondo

Estas son las palabras con la que introdujo el periodista Iñaki Gabilondo el foro de expertos El paciente del futuro, organizado por Healththinking con el objetivo de ver ese cambio desde el mundo de la salud y mirando al paciente a partir del paciente. Muchas de las cuestiones debatidas entonces son ahora, si cabe, más oportunas y por ello queremos recordarlas y compartirlas.

«¿Estaremos en condiciones de soportar el sistema que tan orgullosamente pregonamos? ¿Será sostenible? ¿Podemos despreocuparnos de los problemas de salud que hay en el mundo, limitándonos geográficamente a España? ¿Estamos condenados a mirar este asunto observando también el planeta? ¿Qué efecto van a ejercer sobre las actividades médicas las novedades extraordinarias de tipo tecnológico y científico que se están anunciando? ¿Cambiarán los sistemas de organización de los hospitales y las políticas sanitarias?»

Ahora más que nunca, debe ser esencial combinar el conocimiento y talento de todos los agentes y expertos en salud, para hacer los cambios necesarios en el Sistema Nacional de Salud pero, es también necesario dar voz y escuchar a los pacientes. Quizás habría que empezar por desaprender. Porque si hay que rediseñar nuevos modelos, sea el sanitario, económico o social, sería interesante plantear también un futuro diferente para el aprendizaje, como nos propone el blog del IADB en su atículo Learnig to unlearn…. y para ello son necesarias ciertas habilidades y competencias.

Tecnología para prevenir y promover

La economía deberá unir sus esperanzas a lo tecnológico. El impacto del mundo digital, la robótica, la inteligencia artificial y la innovación genética están ya transformado la manera de producir. Hay una tendencia a que las labores repetitivas transformen la forma de producir, porque serán automatizadas. De esta forma un gran número de procesos de toma de decisión serán efectuados en base a la inteligencia artificial .

Y de forma proactiva, como propone la Fundación CODESPA en su informe Tecnología con Propósito: “poniendo la economía al servicio de las personas y orientando la tecnología hacia el bien común para hacer del mundo un lugar mejor para todos”.

Las nuevas tecnologías, crecen exponencialmente y cambian las posibilidades de producción y comunicación. Gracias a expresiones como el big data, la inteligencia artificial, el blockchain y el Internet de las cosas, hoy es posible lo que hace pocos años resultaba inimaginable. Se abre un mundo de oportunidades, pero también de desafíos.

En España se acaba de poner en marcha la redacción de una carta de derechos digitales que se incorporará al Título X de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales. Documento que pretende abordar asuntos como las nuevas relaciones laborales, el impacto de la inteligencia artificial, o la protección de colectivos vulnerables. Se añadirán a los que ya cubre, como los relacionados con la protección de datos, el ámbito laboral, la protección de los menores o con los medios de comunicación y las redes sociales.

Se ha iniciado el proceso con una primera reunión de expertos en el que hay juristas, representantes de usuarios e internautas, catedráticos de derechos digitales y consultores tecnológicos y de ciberseguridad. Y también habrá una consulta pública al respecto, antes de que sea redactada su versión definitiva.

Y en los Negocios toca “reiniciarse”

El teletrabajo ha sido históricamente una actividad casi residual en España. La situación de Pandemia que hemos vivido obligó a las empresas a enviar a sus empleados a trabajar desde casa, lo que ha llevado a descubrir sobre la marcha las ventajas e inconvenientes del trabajo a distancia o teletrabajo. Y ha llegado el momento de regularlo.

En esta entrevista a Nicholas Bloom , conocido por su investigación que muestra los beneficios de trabajar desde casa, en este artículo, titulado “Iremos a trabajar a la oficina, pero solo dos o tres veces por semana” explica algunos de los factores que en este caso podrían afectar a la productividad real de las empresas.

Lo cierto es que el mundo no se ha acabado, simplemente ha comenzado otro, en el que lo deseable es encontrar ese equilibrio entre el trabajo a distancia y el presencial para aprovechar lo mejor de los dos sistemas. En efecto, desde el Ministerio de Trabajo se está preparando un nueva regulación del teletrabajo que deberá contemplar este equilibrio. Así, hemos escuchado hablar de la necesidad de su regulación y de adecuarlo al nivel europeo y regular o compensar los gastos derivados del mismo.

Hasta ahora, subrayan desde el ministerio, son los empleados quienes asumen los costes extra que supone no acudir a la oficina. La futura norma –para la que aún no hay fecha de entrada en vigor– aunque ya existe un primer anteproyecto de ley– estipulará que el teletrabajo sea voluntario y sobre todo, respete derechos laborales como la desconexión digital para garantizar el descanso y la conciliación.

En conclusión, diremos que hay una necesidad de promover la salud y prevenir la enfermedad. Retomar el carácter humanista y hacer un reconocimiento social de la relación médico/paciente, empresa/trabajador, profesor/estudiante… mantener la cercanía, mediada por la tecnología, aprovechándola, para producir más conocimiento. Siendo más humanos podemos hacer lo que mejor sabemos hacer como humanos: pensar más y ser más creativos. Ahora toca reiniciarse porque la transformación digital es adaptación e innovación.

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