La democratización del uso de tecnologías de inteligencia artificial generativa ha supuesto todo un boom a la hora de crear contenido, gestionar o automatizar tareas, o simplemente dar rienda suelta a nuestro lado más artístico mediante la generación de imágenes o vídeos de lo más surrealistas gracias al uso de prompts. Sin embargo, y como suele ocurrir con cada nuevo avance tecnológico, no todos los usos son buenos, legítimos, o útiles.
El posicionamiento orgánico de una web siempre ha dependido en mayor o menor medida de la calidad del texto, de su utilidad para resolver la intención de búsqueda del usuario, y de otros factores más o menos técnicos que conseguían convencer a los motores de búsqueda para subir ese contenido en su ranking.
Google, desde 2022, implementó E-E-A-T (Experience – Expertise – Authoritativeness – Trustworthyness), unos criterios que establecían que la experiencia, la autoridad, la fiabilidad, y el conocimiento de quién escribía el contenido y de la web donde se alojaba, cobraban más importancia con tal de ofrecer a los usuarios los mejores resultados posibles. Un contenido que cumpla con estos criterios debe estar correctamente redactado, debe resolver la intención de búsqueda (y ampliarla con más contenido relacionado, por ejemplo), y debe tener alguien detrás capaz de crearlo. Esto, lógicamente, supone tiempo y esfuerzo, y en muchos casos o no podemos, o no estamos dispuestos a dedicárselo.
¿Qué es el contenido “Slop”?
La palabra “slop” significa, directamente, porquería. Un concepto que, igual que ocurrió anteriormente con la palabra “spam”, puede acabar por popularizarse ante el aumento del contenido chapucero o sloppy que se genera mediante IA, y que inunda webs, redes sociales, o
La inteligencia artificial generativa supone un cambio importante en la creación de contenido. Podemos crear de forma rápida y sencilla textos que nos saquen del apuro que supone dedicar el tiempo que requiere la redacción de contenido de calidad, contrastado y correctamente referenciado. Sin embargo, no podemos obviar la importancia que tiene el contenido de nuestra web, tanto para los buscadores como sobre todo para los usuarios.
No hemos visto la plena capacidad de la IA generativa, y es probable que nunca lleguemos a verla gracias a los constantes avances que promete su uso. Lo que sí sabemos a día de hoy, es que sus resultados no siempre son acertados, y que algunos textos pueden ofrecer una calidad pobre, poco precisa, y que requiere de supervisión y edición para asegurarnos un mínimo de calidad.
¿Significa eso que no debemos utilizar este tipo de herramientas para generar contenido? Por supuesto que no. Pero como cualquier herramienta, es necesario saber cómo utilizarlas y comprobar que el resultado es correcto. También es importante saber qué opina Google al respecto, ya que gran parte de nuestras visitas orgánicas provendrán desde el principal buscador a nivel mundial.
La inteligencia artificial generativa es una herramienta más que, en buenas manos, es de gran utilidad. El contenido “slop” no deja de ser una versión más rápida y más sencilla de crear contenido de baja calidad, y ese tipo de contenido ha existido siempre, y por desgracia, seguirá existiendo.
¿Qué riesgo supone para el creador y para el usuario?
Cuando creamos contenido para nuestra web (o nuestras redes sociales, o mailings, ya que este tipo de contenido no se limita solo a la web), debemos tener siempre en cuenta para qué lo creamos, y a quién nos dirigimos. Hace mucho tiempo que se dejó de crear contenido con el único objetivo de posicionar y que Google nos valorase bien, y se puso el foco en el usuario y en ayudarle a resolver su intención de búsqueda.
El creador o redactor que utilice contenido generado por inteligencia artificial, y cuyo contenido sea falso, erróneo, o de baja calidad, se expone a los mismos problemas que ha podido experimentar los últimos años. Por suerte, Google y el resto de los principales buscadores, tienen sistemas que permiten valorar con más o menos acierto si el contenido es apropiado o no, y si tiene el mínimo de calidad exigible para poder ofrecerlo a los usuarios.
Sin embargo, el usuario sí que ha podido experimentar un cambio debido a la facilidad a la hora de generar contenido mediante herramientas de inteligencia artificial. Anteriormente, crear contenido aunque fuese de baja calidad, suponía tener que hacerlo “a mano” y dedicarle algo de tiempo y esfuerzo. En algunos casos tampoco es que hubiera mala intención, sino falta de tiempo para dedicarlo a este tipo de tareas.
A día de hoy, generar un texto sobre un tema concreto es mucho más rápido, y mucho más sencillo, y muchas personas pueden creer que es suficiente con eso. La realidad es que no, y que aunque utilicemos la IA generativa, debemos comprobar que el texto sea correcto, citar las fuentes y proporcionar enlaces de los que hayamos obtenido la información o que respalden el contenido del texto, y asegurarnos de que está bien escrito y es coherente.
Estas acciones, evidentemente, supondrán dedicarle tiempo y esfuerzo a pesar del uso de este tipo de herramientas; pero son acciones necesarias si queremos seguir proporcionando contenido de calidad, fiable, y útil para el usuario.
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, pero todavía no puede hacer todo el trabajo por nosotros. En GaeaPeople somos especialistas en generar contenido digital, adaptándonos a las necesidades de cada cliente y sector. Somos partidarios del uso responsable de herramientas de IA generativa, conociendo sus límites y aprovechando sus ventajas al máximo, pero siempre con el usuario final en mente.
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