Mientras le preparaban la cicuta, Sócrates aprendía una aria para flauta. “Pero de qué te servirá?” le preguntaron. “Para saberla antes de morir”

Cioran

Que me apasionaba aprender, lo había sabido siempre, pero que aquella curiosidad e interés que había formado parte de mi trayectoria vital tomaría una nueva forma y se transformaría en pasión por la investigación, lo he descubierto en estos últimos años.

Acostumbrada a la primacía de la visión económica y financiera que orienta los proyectos empresariales, por contraste, durante los últimos años de vida profesional, se despertó en mí el deseo de completar los estudios de Humanidades, que la UOC me brindaba la posibilidad de seguir a distancia y con la dedicación que en cada momento podía permitirme.

Y es que con las Humanidades todo te conduce hacia el pensamiento y la reflexión que, como dice Edgar Morin, es el capital más valioso del individuo y de la sociedad.

Las humanidades sirven para combatir la vulgaridad que llevamos adherida al alma

Gregorio Luri

Fue aquella mirada nueva y transversal al presente y a la Historia, incorporando la perspectiva de género, la que de manera gradual influyó de forma decisiva en la selección del tema del que iba a ser mi trabajo de final de Grado. Entonces, me di cuenta de hasta qué punto me interesaba la vida de las mujeres de la Edad Media y, todavía más, las vidas de aquellas que no tienen historia, la de las mujeres más marginadas, las esclavas.

El camino para llegar a culminar el TFG fue fascinante, porque la voluntad de hacer visibles unas mujeres esclavas, ocultas en el silencio de unos archivos disponibles para el estudio, me condujo al conocimiento de la esclavitud en general.

Emi Turull i Pibernat

Y en particular en la ciudad de Barcelona, como una práctica generalmente admitida durante los siglos XIV y XV, sin que ningún estamento de la sociedad la cuestionara de forma abierta. Además, las facilidades que me ofreció la priora del monasterio de San Benet, al permitirme acceder al archivo histórico del monasterio de Santa Clara para investigar sobre la presencia de esclavas en aquel monasterio, fueron decisivas.

Así que, sin poder detenerme, continué con el Máster de Historia del Mundo de la UPF, ahora sí, presencial. Y, naturalmente, con la semilla sembrada y toda la curiosidad del mundo disponible, al terminarlo, ya hace tres años que retomé la investigación en femenino, en el marco de una tesis doctoral que, si bien tiene el origen en Sabates per a Na Catherina, ahora tiene dos objetivos íntimamente unidos; Profundizar en el conocimiento de la presencia y la vida de mujeres esclavas que, en la Catalunya medieval, fueron propiedad de cuatro instituciones monásticas femeninas y, en paralelo, conocer cuál era la doctrina de la Iglesia católica sobre la esclavitud. En definitiva, profundizar en el conocimiento mediante la investigación para satisfacer la pasión intelectual, la curiosidad y el gusto por aprender.

Reconozco que seguir en este camino sin detenerse es una opción de vida y, desde hace ya unos cuantos años, esta ha sido mi opción personal. Al mismo tiempo, debo confesar que continuar aprendiendo me provoca una especie de satisfacción íntima, que proviene también de la necesidad de mantenerme activa, de vivir, con todos los sentidos bien abiertos y la curiosidad siempre disponible

Artículo original redactado por Emi Turull i Pibernat, y maquetado por el equipo de Ediciones GaeaPeople.

Las oportunidades que nos regala la vida, por Emi Turull i Pibernat

No dejes nunca de aprender.

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