El martes 20 de julio se cumplieron 52 años del singular momento en que la tripulación del Apollo 11 logró alunizar y marcó un antes y un después en la historia de la humanidad en el espacio exterior.
Durante el tiempo transcurrido desde entonces, la exploración espacial ha dejado de estar en la primera línea mediática, por la falta de objetivos realistas y por la clara ventaja que los EE.UU. lograron alcanzar frente a sus rivales en los ámbitos económicos y geopolíticos.
Ahora, con China pisando los talones al hasta hace poco indiscutible liderazgo mundial estadounidense, la exploración de nuevos horizontes fuera de nuestro planeta vuelve a ser un tema de interés internacional, y una prioridad para la reputación mundial de las grandes potencias.
Pero a diferencia de lo sucedido medio siglo atrás, no son únicamente las agencias gubernamentales las que compiten entre ellas para alcanzar logros relevantes. También el capital privado ha entrado en escena, abanderado por multimillonarios que aspiran a dejar su nombre escrito en letras doradas en la historia de la colonización del espacio.
Lucha de egos en el espacio
Son varias las empresas privadas que están compitiendo entre ellas para erigirse como pioneros en los viajes espaciales, destacan SpaceX de Elon Musk, Virgin Galactic de Richard Branson y Blue Origin de Jeff Bezos.
Elon Musk, un soñador incansable
El magnate nacido en Pretoria y fundador de Tesla, es conocido por su visión optimista y soñadora del futuro de la humanidad. En algunas ocasiones, sus afirmaciones fuera de lugar le han hecho ganarse cierta fama de trilero, pero los hechos demuestran que, aunque a veces no acierta con las fechas, sus inversiones han precipitado cambios importantes en la sociedad.
Su compañía SpaceX, fue la primera empresa privada en poner un cohete en la órbita terrestre, la primera en lograr orbitar y recuperar una nave, y la primera en mandar una nave a la estación espacial internacional. También logró hacer aterrizar un cohete Falcon 9 sobre tierra, y más recientemente en plataformas marinas.
Durante la década en curso, Musk pretende construir 100 naves Starship al año, como parte de su ambiciosa idea de colonizar Marte. De hecho, el propio Musk afirmó que espera haber hecho llegar a un millón de personas al planeta rojo en 2050.
Richard Branson
Hace apenas unas semanas, el empresario británico Richard Branson cumplió su sueño de infancia al viajar al espacio con una de las naves diseñadas por su compañía Virgin Galactic. El objetivo del vuelo era evaluar las sensaciones y la experiencia de los futuros pasajeros de un vuelo espacial que Branson pretende comercializar. A continuación puedes ver el impresionante vídeo del vuelo.
La nave, bautizada como VSS Unity alcanzó una velocidad Mach 3 (tres veces la velocidad del sonido) y una altura de 86 kilómetros sobre la superficie terrestre, suficiente para que la NASA la considerase en el espacio. Sin embargo, la Federación Aeronáutica Internacional, establece este punto en la llamada Línea de Kármán, a 100 Km sobre el nivel del mar. Es precisamente esta altura, la que otra compañía quiere superar el próximo 20 de julio.
Blue Origin se apunta a la carrera espacial
Jeff Bezos, CEO de Amazon, es otro de los millonarios que se disputan el título de persona más rica del mundo, y como tal, también persigue el sueño de llevar a la humanidad más allá de la estratosfera terrestre. No obstante, uno de los puntos fuertes de Blue Origin es la construcción de los motores BE-4, que la compañía podría vender a otras agencias dedicadas a la exploración espacial.
La compañía Blue Origin, pretendía realizar el lanzamiento de un cohete tripulado para ponerlo en la órbita terrestre en 2019, pero se aplazó para 2020. Luego la pandemia obligó a posponer de nuevo el lanzamiento, con lo cual la compañía sigue estando lejos de los logros obtenidos por su principal competidor, SpaceX. Finalmente el pasado 20 de julio de 2021, tuvo lugar el esperado lanzamiento.
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