El éxito, como la felicidad, no se puede buscar, llega en forma de efecto secundario de una dedicación personal, algo más importante y trascendente que uno mismo.
El éxito, como la felicidad, no se puede buscar, llega en forma de efecto secundario de una dedicación personal a algo más importante y trascendente que uno mismo
El éxito, como la felicidad, no se puede buscar, llega en forma de efecto secundario de una dedicación personal a algo más importante y trascendente que uno mismo.