No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies.
Otros vendrán, otros me sobrepasarán en la materia; pero me aventuro adivinar que el hombre será finalmente conocido como un mero gobierno de múltiples, incompatibles e independientes ciudadanos.
Si un hombre ama a su trabajo por encima del éxito o de la fama, es un elegido de Dios.