El open source software (OSS) o software de código abierto se puede definir como software con un código fuente (source code en inglés) que se puede modificar libremente y con derechos de licencia gratuitos. El término open source se ha expandido más allá de su significado relacionado con el desarrollo de software para describir un amplio abanico de iniciativas colaborativas.
La programación de código abierto se utiliza cada vez más por gobiernos e instituciones públicas debido al auge del “open data” y la transparencia de datos. También se utiliza con más frecuencia por empresas privadas para garantir una mejor organización interna, un mayor rendimiento de ventas o para impulsar la innovación. Probablemente conoces los softwares de código abierto más emblemáticos, como Linux, OpenOffice, Apache o LibreOffice. También existen otras iniciativas que utilizan este tipo de software tanto en la administración pública como en el sector privado.
El concepto del OSS está intrínsecamente vinculado con su historia y orígenes. A continuación explicamos de dónde proviene el software de código abierto, qué otros tipos de software existen y cómo se utiliza el OSS en la actualidad.
Los orígenes del software de código abierto
Para entender los orígenes del OSS tendríamos que remontarnos a los años 50, cuando las investigaciones informáticas ocurrían en universidades y dependían de subvenciones públicas. El hecho que la investigación informática fuera principalmente académica condicionó el tipo de software utilizado. Los académicos preferían un código modificable y accesible para poder compartirlo con otros investigadores, los cuales podían evaluarlo y mejorarlo fácilmente.
A partir de los años 70 las corporaciones privadas empezaron a “cerrar” el código de su software para proteger el valor comercial de sus productos. Así es como apareció lo que llamamos software propietario o de licencia. Para entender cómo se utiliza el software de código abierto es importante explicar que es el software propietario para poder distinguirlos.
El software propietario
El software propietario, software de licencia, privativo o no libre, es un tipo de software informático restringido en sus licencias de uso, la posibilidad de modificar el código o de compartirlo. El código de licencia puede incluir derechos de patente.
Hasta el 1969 los fabricantes de productos informáticos prestaban los ordenadores a sus clientes en vez de venderlos. El software se incluía en el préstamo sin costes adicionales. Todo cambió en 1969, cuando IBM empezó a cargar un coste adicional por el software, separándolo de los ordenadores que manufacturaban. A partir del 1983, IBM dejó de vender el código de su software a sus clientes.
Las corporaciones privadas veían el OSS como una amenaza. Un claro ejemplo es la “Open Letter to Hobbyists” de Bill Gates del 1976. El fundador de Microsoft denunciaba la infracción de copyright por parte de muchos aficionados de la informática.
Los softwares propietarios están diseñados para usos específicos, bien definidos y principalmente comerciales. Algunos ejemplos de software de licencia son herramientas informáticas (iMovie, Photoshop, InDesign, Microsoft Word), apps de subscripción (Strava, FiLMiC Pro, LumaFusion) o plataformas de internet (Facebook, Twitter, Netflix, Airbnb).
Aunque las grandes empresas del sector privado inicialmente veían el software de código abierto como una amenaza, cada vez son más las que utilizan OSS y que desarrollan sus propios proyectos de open source.
Los softwares de código abierto no tienen usos bien definidos. Por eso ofrecen mucha libertad a los contribuidores ya que se pueden modificar para darle las funcionalidades que cada uno considere interesante. Algunos ejemplos de OSS son los lenguajes Python y R, el proyecto Hadoop de Google, o Facebook Developers del actual Meta.
El software de código abierto en la actualidad
Hay muchas iniciativas de open source en el sector privado. El gigante Google utiliza el lenguaje de código abierto R para monitorizar las tendencias de los precios de los anuncios y para formular patrones en los datos de búsqueda.
Spotify y Netflix utilizan Python, otro lenguaje de código abierto, para analizar los datos de sus subscriptores y clientes. Meta, la empresa propietaria de Facebook, Instagram y Whatsapp, tiene un laboratorio de open source con una gran cantidad de programas en constante desarrollo.
Algunos de esos programas son el editor de texto Draft.js, una plataforma para detección de objetos y otras tareas de reconocimiento visual llamada Detectron 2, y la biblioteca de Android Fresco utilizada para gestionar imágenes y su almacenamiento.
Incluso Apple, el creador de iPhone conocido por la protección propietaria de su software, tiene un amplio rango de proyectos de open source, como por ejemplo el programa para facilitar la investigación médica ResearchKit, el navegador web WebKit que utilizan Safari, AppStore y otras aplicaciones de iOS y Linux, y el lenguaje de programación Swift.
El software de código abierto también es cada vez más utilizado por instituciones públicas debido a leyes de transparencia de datos y gobierno abierto. La Generalitat de Catalunya ofrece un conjunto de aplicaciones a la comunidad educativa mediante Linkat. Por su parte la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid utilizan los softwares Lliurex y Max, respectivamente.
A nivel europeo existe el Observatorio y Repositorio de Open Source (OSOR, por sus siglas en inglés). El OSOR tiene el objetivo de informar sobre propuestas locales y nacionales de open source, facilitar el contacto entre expertos, y ofrecer asesoramiento para crear software open source sobre temas legales relacionados con las licencias.
El futuro de open source
Trabajar de forma colaborativa acelera la innovación y permite una organización más eficiente. Los servicios en la nube, usados por empresas, instituciones públicas y universidades, están basados en los principios de colaboración y libre acceso del código abierto.
Aunque puede ser necesario licenciar software para asegurar un beneficio económico, el open source se está extendiendo hacia terrenos educativos, administrativos y comerciales. El término “open source” se utiliza en un sentido más amplio que el meramente informático, llegando a englobar iniciativas que se fundamentan en la creación colaborativa y el acceso libre a la información.
Open source no se trata de ahorrar dinero, se trata de hacer más cosas, y conseguir una innovación creciente con el presupuesto que se tiene.
Jim Whitehurst, ex-presidente de IBM.
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